lunes, 27 de diciembre de 2010

No apto si tienes un mal momento: Las partículas Elementales de Michel Houellebecq



No sé si os pasado nunca. Leer un libro que te deja el ánimo por los suelos y a su vez no poder parar de leerlo. Y aun peor: si encima te gusta (también hay gente que le gusta que le pellizquen los pezones), entonces te recomiendo Las Partículas Elementales de Michel Houellebecq.


 
Michell Houellebecq
Para los que no conozcáis a Michel Houellebecq, señalar que es el fenómeno literario de principios de siglo en Francia, siendo considerado por muchos como el mejor escritor francés vivo. Gran provocador, rodeado siempre de polémica por sus actitudes pornográficas, misoginas y xenofobas.... vamos, lo que viene a ser un gilipollas en toda regla. Si te ha asustado lo que he dicho... pues mejor no leas sus libros, pero te perderás, por lo menos en cuanto Las Partículas Elementales, una novela fantástica.

Pocos libros he leído tan demoledores, tan desesperanzadores, como la historia de estos dos medio hermanos (misma madre, diferentes padres), donde la conclusión final que extraes de su lectura no es que el ser humano ha fracasado como civilización, sino que hemos fracasado hasta como especie (cosa comprensible, por otro lado, si has llegado a conocer a José María Aznar).

El argumento es relativamente sencillo, dos hermanos, completamente dispares, ya que uno es una especie de científico/monje que ha renunciado tanto al sexo como al mas mínimo contacto humano; mientras que el otro hermano es un literato de poca monta, profesor divorciado y consumidor compulsivo de pornografía. A partir de aquí los personajes se cruzan con dos mujeres que por un momento parece que pueden darles el equilibrio y el cobijo que necesitan... hasta que todo se jode otra vez para quedar peor de lo que estaban. Como podéis comprobar, el libro es optimista de cojones.


Su pesimismo es tal que nunca imaginé que en un libro donde se folla tanto me pudiera deprimir tanto. Y es que en el libro hay sexo, mucho sexo (alguno críticos definen esta novela como "novela pajillera"), pero todo expresado desde el mas absoluto vacío, haciendo del sexo mas un acto de desesperación que de placer. Vamos, que se te levanta y te hace sentir hasta culpable (perdonad la ordinariez, pero creo que es la forma más gráfica para expresarlo).


Otro tema muy importante es el paso del tiempo, o mejor dicho lo mucho que la civilización moderna sobrevalora la juventud cuando lo inevitable es la vejez y la muerte.... en fin, la alegría de la huerta.


Sirva de prueba el siguiente párrafo:

"Uno puede enfrentarse a los acontecimientos de la vida con humor durante años, a veces muchos años, y en algunos casos mantener una actitud humorística casi hasta el final; pero la vida siempre nos rompe el corazón. Por mucho valor, sangre fría y humor que uno acumule a lo largo de su vida, siempre acabará con el corazón destrozado. Y entonces uno deja de reírse. A fin de cuentas ya sólo quedan la soledad, el frío y el silencio. A fin de cuentas, sólo queda la muerte."


Vistas las críticas que he leído por internet (la mayoría ponen a parir al libro, al autor, al lector, al librero que lo vende y hasta al chaval de los recados de la editorial que lo publica), esta novela la recomiendo con reservas... a mi me ha gustado muchísimo (tanto como para acumular en mi gran montaña de libros pendientes todo lo que ha escrito y ya está traducido), pero reconozco que su estilo es un poco... desigual... y con muchas frases que pretenden ser sentencias grandilocuentes (como el párrafo que he puesto como ejemplo) con la intención de darnos lecciones de lo que es la vida. Y el final.... intenta darnos una sorpresa, pero lo mas normal es que pienses que Michel Houellebecq te quiere tomar el pelo.... y lo mas probable es que sea así.


Y ahora si hay huevos... a leerse el libro.

1 comentario:

silvo dijo...

Parece que te deja dsnudo ante la realidad, sin apoyos ni nada,saludos

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